martes, mayo 16, 2006

"Valorización": ¿valor o fragilidad?

Advierten peligro de extinción de bosques del Mediterráneo. El vínculo entre la industria del vino y la conservacion de habitats del lince y el aguila ibéricos.

Aunque no se trata de un caso chileno, el siguente artículo contiene numeradores y denominadores comunes, que quizas a la inversa, me hicieron recordar nuestro dilema agrícola-esclerófilo. Me pareció interesante compartir este artículo. !Hay que darle vueltas al asunto!

Hasta tres cuartas partes de los bosques de alcornoques del Mediterráneo podrían desaparecer de aquí a diez años por culpa de la tendencia a sustituir los tapones de corcho por otros de plástico o por chapas en las botellas de vino.Así lo señala hoy el diario británico The Independent, que recoge un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), según el cual la fuerte caída de la demanda de corcho pone en peligro esos bosques, que constituyen un importante hábitat para especies como el lince y el águila ibéricos o el buitre negro.

En ese hábitat pueden darse además hasta 135 especies vegetales distintas por metro cuadrado, muchas de las cuales tienen usos aromáticos, culinarios y medicinales, señala el estudio.Además se perderán unos 62.500 puestos de trabajo en esa industria, advierte la organización, según la cual esos bosques se exponen a una crisis medioambiental y económica si no se toman medidas urgentes.Si continúa esa tendencia, tan sólo cinco por ciento de las botellas de vino que se vendan en Gran Bretaña en 2015 llevarán tapones de corcho, señala el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Según un informe citado por The Independent, entre los años 2000 y 2005, el porcentaje de botellas de vino provistas de tapón de corcho ha caído en 18 por ciento, lo que supone una pérdida de 3.000 millones de tapones de un mercado de 15.000 millones.El WWF advierte de que la caída del mercado del corcho podría obligar a cerrar muchas pequeñas empresas familiares españolas, portuguesas o francesas con la consecuencia de que muchos de esos árboles se verán abandonados o arrancados de cuajo.El Foro Mundial para la Naturaleza advierte de que ello puede resultar a su vez en incendios, sequía y desertización.

Fuente: La Tercera, martes de 16 de mayo de 2006.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola,

Cómo los intereses económicos pueden ser tan influyentes como para privilegiar el ganar plata, y dejar que se pierdan estos bosques y las especies que dependen de ellos, y si no es ese el motivo por el cual se le cambiarán los tapones a las botellas, sin duda debe ser tan mezquino como el querer ahorrarse un par de pesos por botella.

Se comprende que en muchas cosas hay que ir modernizándose, pero a quién le puede desagradar descorchar una botella de vino, ¿o acaso se pierden muchos minutos?. Incluso, cualquier persona que aprecie el buen vino, sabe que una tapa plástica no aumenta el valor agregado a un vino, sino todo lo contrario.

Pero lo más terrible sería que se perdiera alguna de las especies que se asocian a estos bosques de alcornoque, como el lince ibérico, una especie que hace diez años tenía una reducida población de 1.200 individuos por lo que la IUCN lo tenía en categoría de prioridad 1 de conservación, siendo considerado el felino más amenazado del mundo, bueno hoy en día sólo quedan 200 individuos, y si se pierden estos bosques, ¿será el fin de esta especie? Parece insensible e insensato dejar que tanta maravilla desaparezca.

Países supuestamente desarrollados, o que están un paso, e incluso varios adelante en lo que respecta a conservación de la naturaleza, al parecer terminan cometiendo los mismos errores que se cometen en Chile, y lamentablemente parece ser que las decisiones que se toman van exclusivamente en favor de aumentar las divisas, sin importar que desaparezca el lince ibérico en España y Portugal, o en Chile, nuestro belloto del norte, el gato colocolo, o incluso algún pequeño organismo que ni nos enteramos de que alguna vez existió.

Entonces, hay tanto por hacer, encontrar soluciones, idear propuestas, hay que darle duro al debate.

Leonardo Ríos